El 14 de Febrero de 1938, abandona para siempre España.
Atrás quedaba tu tierra sangrante y en ruinas. La última estación,
la estación al otro lado de la frontera, donde te separaste de ella,
era sólo un esqueleto de metal retorcido, sin cristales, sin muros
-un esqueleto desenterrado al que la luz postrera del día abandonaba.
¿Qué puede el hombre contra la locura de todos? Y sin vover los
hojos ni presentir el futuro, saliste al mundo extraño desde tu tierra
en secreto ya extraña.
domingo, 18 de julio de 2010
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